Deberíamos pasar más tiempo cerca de los niños
Porque es como vivir por segunda vez la infancia
Cuando conservábamos sabores de la primera lactancia
Y gozábamos de aquellas lejanas muestras de cariños.
Cuando el mayor tesoro era tener un perro
Él te seguía a todas partes meneando el rabo
Si tu te parabas, el también tu eras jefe al fin y al cabo
Si os digo que yo siendo pobre, era rico, no yerro.
El perro no mata
Ni disfruta matando
El perro está a lo que salta.
El niño está llorando
A la vida alegre se ata
Ahora no llora, está jugando.