Maricel peña

Llegaste a mi vida un día

Llegaste a mi vida un día

en que mi alma atribulada

de la desdicha marcada

la consecuencia sufría.

 

Signada por el pesar,

Justo al nacer lastimada,

encerrada el alma mía

sin poderla consolar

de dolor se consumía.

 

y si alguien se me acercaba

lo miraba con recelo,

era mi alma pura escarcha,

fría, era un tempano de hielo.

 

El frío que había en mi pecho

se deshizo en tu calor,

volviendo el jardín desecho

una primavera en flor.

 

Con una bondad innata

llegaste a mi vida un día

resanaste las heridas

que mi corazón sufría.

 

Arrancaste la semilla

que las arenas del tiempo

arrastraron a mi vida

llenándola de tormento

 

Con cariño la acunaste

y la llenaste de besos

y tranquila la arropaste

en el centro de tu pecho