Domingo 25 de Marzo:
Fue un día raro, castigada por la humanidad empecé a darme cuenta que la catástrofe de ver un cielo más brillante empezaba a parecer una tormenta. Desperté cansada, con los ojos desilusionados extrañando a todos menos a mí.
Sentí como mis hombros empezaron a esconderse y mis tobillos a temblar, ¿Porque empezar a sentir esto? Justo ahora cuando la vida no era tan agradable, ni un poco. Prendí el agua caliente y empezó a caer justo en mi espalda, la calidez el tacto.
Labial rojo, pantalones ajustados, medias rotas corazón de niña. Observaba mi reflejo en el espejo y me preguntaba, cuantas veces no le habrán roto el corazón a esta mujercita.
Sali de mi casa con una botella de vino tinto, quería estar en contacto con la naturaleza, bueno eso dicen las personas solitarias que quieren sentirse mejor. Quería regresarle el calor a mi cuerpo, últimamente había estado muy frio. Elegí una banca en aquel parque, me puse las gafas saqué la botella y le di un gran sorbo. Nunca me había sentido tan lejos de casa, tantas cartas que jamás fueron entregadas. Mis ojeras eran heridas, se notaban y la soledad era inaudita.... ahí estaba. Sentía los pájaros cantar justo en mi oído, siento que la melodía que hacian en ese instante era para hacerme sentir mejor. No estaba observando a mi alrededor, escuché el sonido de una moto que se acercaba lentamente hacia mí, una voz que me decía ¿Porque estás sola? alce la mirada y lo vi, ahí estaba el pobre hombre hablándole a una mujer desconocida, senti que sus palabras ya habían estado en mi voz desde hace mucho tiempo, me volvió a preguntar ¿estas triste? ¿estas tomando vino? y pense: que quiere este pobre bandido. Debo afirmar que no me molestaron sus preguntas mas bien, me dieron tranquilidad. Todavía existen personas que no les da miedo preguntar, me dio alivio haberlo encontrado en aquel lugar tan incierto. Tantas personas pasaron y ninguna se detuvo a darme un momento de su tiempo. Claro que este escrito puede ser injusto e incluso la humanidad puede decir que soy una arrogante y que el tiempo no se da a menos que tu quieras regalarlo. Si alguien hubiera estado en mi lugar se hubiera puesto una de las tantas mascaras que nos caracterizan: una de ellas, el miedo a ser visto. Creo que esa tarde fue una de las mejores momentos que e tenido en la vida. Los excesos son malos dice mi padre, pero existen dosis en la vida que te convierten en un sobreviviente de esa cápsula que dia a dia consumimos, momentos, encuentros no se. Se han preguntado porque no les pasa cosas extraordinarias o porque nunca se encuentran a personas diferentes? Y con lo que acabo de mencionar puedo decir que no se muy bien en que consiste la palabra cambiar o ser diferente pero aquel hombre de mirada triste cambio mi momento de sentir todo. No estoy hablando de un amor a primera vista porque fue algo almico. Me menciono algunos detalles de su vida, muy tristes y ahí fue cuando me di cuenta que por lo que yo estaba pasando era como poder examinar una gota de agua, puede que las gotas de agua no existan porque jamas tenemos la oportunidad de sentirlas del todo es como una ilusion optica, se esfuman mas rapido de lo que se puedan imaginar. Me dijo que era como un árbol, que podía darle vida a cualquier cosa. Extendió su mano y se despidió de mi, vi como se esfumaba su sombra. Me gusta como se desvanecen las personas asi derrepente como si nunca hubieran estado ahi,como los escritores que dejan sus escritos plasmados en papel, aquellos que se van sin dejar rastro alguno pero que en algun momento pueden volver a revivir aquel momento que nos hizo sentirnos amados, con vida, creativos, llenos de euforia.
Casualidades llenas de ramas.