coño cada paso errante, cada permisión de lo malo, socavaba mi alma, mataba mi ser Enterraba mi esperanza, cada exigencia al aire, cada llamado a los vientos, resultaron ser vanos, Cada palabra escrita, cada mirada dirigida al punto adverso, falló, con cada suspiro de relajación, Con cada petición al altísimo, con cada clamor a tus oídos, tratando de acaparar todo, todo lo que decías Tener, todo lo que decías sentir, luchando hasta contra mi mismo, con mi sombra que te seguía, Con mi mente que no te dejaba descansar, mi boca, mi boca que en cada momento nombraba tú sonoro nombre, Mi corazón Con cada latir llama tu presencia, mi espíritu rondaba tu vida, pero la sombra no advertida, Se interpuso, y mato la esencia de lo que tenía que ser, paso errante, fallaste, te caíste, Y te auto mataste.