Tu cuerpo
aquel fantásma
melancólico el rocío.
Tu vientre
la taza llena de café
siluetas de escombros
por una mañana gris.
El vértice de tu aroma
ronquidos de anhelos
ya tus pasos
son lejanos futuros.
Y la alcoba rota
de serenatas vencidas
como el humo del carbón
y la imagen en el olvido.