El valor de amarte
mujer,
valió la pena
en cada instante;
valió la pena vivir
levitando en el sentir
de tu piel
y mi existencia.
Fueron tus besos
el muérdago
de mis caricias.
El valor de amarte
mujer,
en el reloj de arena
me regaló la vida.
Jorge Aimar Francese Hardaick
Escritor y Poeta - Argentina
Derechos de Autor©