David Arthur

Proclividad Juvenil

 

 

Rayos valientes del sol vencieron

la bruma tenaz de la mañana,

que en la nada se dispersó,

liberando perlas cautivas de rocío

de su ceguera, así para reflejar

la impaciencia de mis huellas

 

Un céfiro mensajero ofreció cargar

mi serenata al otro lado de un arco iris,

aun cuando la oscuridad su capa desdobló,

una luciénaga iluminó mi senda

para llevar alegría a tus labios secos,

añorando la dulzura de mi beso

 

El beso esta misma noche te daré,

porque noches de soledad son desdichadas

cuando la proclividad juvenil en juego esté,

pero sí vendrá un tiempo de bendiciones,

cuando despertamos en nuestro abrazo nupcial,

en nuestros ojos la pasión reflejada

 

La distancia es una carga onerosa,

descuidada de los gritos de pena,

cuando, como una brecha de pesares,  

cual una tormenta otoñal una hoja inocente separa,

puesto que la indiferencia no es bendecida

por la virtud de consuelo

 

La foto por cortesía de David Robert Sugg