De Orihuela hasta Alicante
se mira una blanca estela,
son los versos de Miguel
que van dejando sus huellas.
Todo rincón español
se adorna con su presencia
porque pintó con su sangre
la grandeza de su tierra.
Su muerte no será en vano
cuando en Iberia se sienta
que el poeta ha de ser faro
como el \"Rayo que no cesa\".
Podrán levantar la frente
contra \"Los hombres que acechan\"
la paz y la libertad,
por la que su vida diera.
España volverá a ser
de la Europa la doncella
vestida con regias galas
donde la justicia riela.
Serán los \"Vientos del Pueblo\"
los que levanten las velas
que enarbolaron los sueños
deste bardo sin fronteras.
Es Miguel la gran España
plasmada en sus bellas letras,
y son los del veintisiete
los que encendieron las teas
y abonaron con su sangre
la mas hermosa quimera
de una patria unida y fuerte
sin esa sed avarienta
de políticos corruptos
que con la ambición se acuestan
queriéndola convertir
en la pobre cenicienta!
Autor: Aníbal Rodríguez.