Fabricio Terán

A que te olvido

 

A que te olvido

hija en un mundo

de salamandras de terciopelo

 

El poniente me resta de memoria

y tu embrujo

se esconde en el envés de los párpados

 

Tengo la certeza de un huerto

lunar

las manos

de una santa dándole forma

 

Hija

cómo llamarte

cuando de un soplo me apagan las llamas

de los ojos

 

La corteza

de todas las terminaciones vitales

se agrieta

mientras me extirpas también tú

de tus monólogos

sobre ciempiés de jabón

 

A que te olvido

hija arrancada por la tarde

luego de arrancarme yo

el abrigo de la piel