Alcibiades

Alejandrino también pensándote

Clamor de beso cumplí con desesperación,

te acurruco en mí dándote calor de verano,

con leve caricia di tibieza de mi mano

y en beso febril quedamos sin respiración.

 

Tu cuerpo reposado insinúo otra intención,

pude escuchar a tu alma pidiendo amor arcano,

mis manos te acarician como teclas de piano

y fue cuando nos abrasó la febril pasión.

 

En momento fuimos uno fundido en mil besos

las sabana se hizo maraña en fastuoso lecho.

Nos amamos una y otra vez, hasta el exceso,

 

después en calma te reposé sobre mi pecho.

Contagio de locura me provocó tu verso,

lejos del hecho, bate paria mirando el techo.

 

Autor: Alcibíades Noceda Medina

(Copyright © 2018 - Todos los derechos reservados.)

 

El deseo de cohabitar con una mujer es más intenso cuando se está solo que cuando se yace con ella…