Clamor de beso cumplí con desesperación,
te acurruco en mí dándote calor de verano,
con leve caricia di tibieza de mi mano
y en beso febril quedamos sin respiración.
Tu cuerpo reposado insinúo otra intención,
pude escuchar a tu alma pidiendo amor arcano,
mis manos te acarician como teclas de piano
y fue cuando nos abrasó la febril pasión.
En momento fuimos uno fundido en mil besos
las sabana se hizo maraña en fastuoso lecho.
Nos amamos una y otra vez, hasta el exceso,
después en calma te reposé sobre mi pecho.
Contagio de locura me provocó tu verso,
lejos del hecho, bate paria mirando el techo.
Autor: Alcibíades Noceda Medina
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