Te encuentro en todos lados como el toro
Halla la muerte en la plaza redonda.
Tu esencia se expande como una onda
De piedra en el arroyuelo sonoro.
Te encuentro como una mina de oro
En la cueva del alma, en la más honda,
Y aunque tu boca ya no me responda
Sigo hablando sin más, como hace el loro.
Te encuentro si no te busco, es curioso
Que dejaras en mí un eterno poso
De recuerdo líquido en mis pupilas;
Y más curioso es que cuando llegamos
Al fondo de la noche y nos amamos
La mañana nos dice: rompan filas.