MANZANA VESPERAL
A otra dama galopante
Tarde que nunca vienes
como un olvido apagado
posando de perfil
en la esquina del viejo barrio
tarde que nunca vienes
caliente con tus manzanos
a hervir mis deseos célibes
ausentes de tus pecados
tarde que nunca callas
la amarga historia de tu manto
que se enfría cuando viene
aquel que vive de tu trabajo
tarde que nunca haces
por un café a diario
que te pide aquel
que no entiende de tu trabajo
tarde que nunca huyes
a través de ese trago
que te ahoga cuando acaba
aquel que te expulsa con el pago
tarde que nunca muerdes
la ira de tu muchacho
que sufre cuando te tiene
quieta en un retrato…
VICTOR ABEL NIQUINGA RUIZ
2000-X-8