Y a veces sí, quizá esté sola, quizá nada más me siente a comer con mi alma, y me engañe a mí, que el resplandor a mi lado eres tú,
quizá, me mienta el corazón al inventarte, y mi pupila su cómplice por contemplarte cuando no estás...
Tu recuerdo me es ajeno, y poco a poco me duele un poco más los besos que imaginé, y aún más, me duele imaginarte viéndome...
Qué más da si te escribo, qué más da si no te miro, qué más da, si solo soy yo la que te tengo Clavado en mi pecho.