“Me muevo lentamente por tu esófago, besando el ganglio de tus estrógenos.
“Bajando sudorosamente tu pecho, mamando tus conciencias con el aullido de los dos.
“Nos concentramos en mirarnos, mientras que las feromonas actúan sigilosamente, nos mordemos con pasión, ya la ropa se despide.
“Admirar tu cuerpo es como ver un crepúsculo de flores; acaricio tu ombligo, toco tus entrepiernas, tus voces hacen que cambie de personalidad.
“Chupo tus dedos y me adentro en el éxtasis de Eros, nos pegamos cuerpo a cuerpo, no hay necesidad de aparatos reproductivos (al menos por este momento).
“Tu pelo me acaricia y tu paraíso húmedo me abraza: ¡Ahora sé que el amor existe!”.