Las nubes forman bosquejos recreando los paisajes,
paisajes de antiguas formas, testigos de nuestro amor,
y de aquellas tardes locas, corriendo por los parajes
disfrutando su belleza bajo naranjos en flor.
Las nubes son algo raras casi nadie las entiende
pero si las miras vez imágenes que recuerden
aquellas fabulas viejas en tu memoria escondidas
a veces serán muy tristes o a veces muy alegres.
Nubes inmensas, violáceas, figuras raras creaban,
dando forma a los recuerdos de épocas ya lejanas
que guardados en mi mente me tenían atrapada.
Las miraba y sonreía, añorando aquellos días
que a pelo sobre el caballo por la pradera corría,
abrazada de su cuello mi cuerpo de niña fuerte
saltando los laberintos de la manigua bravía
azotada por la brisa y mojada del roció,
vibraba de solo verte.
Mi largo pelo de sol tostado me azotaba las mejillas
y allá en lontananza mis ojos se iban volando
mi vista solo veía aquella línea lejana
que el horizonte marcaba.