Me asombra y abruma sin medida
esa danza de astros y planetas
en el espacio profundo,
esa coreografía de nebulosas y galaxias
en el escenario del cosmos.
Me asustan y emocionan como un niño
esos abismos sin fondo
en una inmensidad que más parece
la sombra o el vacío de algún dios
que no pudo fabricar sus mundos.
En este instante que me siento solo
y perdido, sin un camino cierto,
requiero de tu amor con mayor fuerza,
pues si me niegas tu cariño y tu pasión
en esta hora de fatal negrura,
pereceré como una pavesa extraviada
en la insondable vastedad del Todo,
quizás inexistente, o aún desconocido.
No me dejes, amor, que la barrera
de la audacia y el valor se han roto
como una cinta de papel mojado,
por esta confusión que me atormenta
tras el bronco desafío de lo eterno,
donde yazgo sin rumbo y desolado
cual goleta sin ancla y sin timón.