Del libro La Vida es Viviendo
Estoy parado en una esquina de la vida
viendo el trajín de los minutos que se escapan,
no todo dura en el abismo de los días,
pero algo nace en cada instante de las almas.
El corazón de cada ser tiene potencia,
y entre rutina y novedad surge la magia,
pero pensar que no hay amor me da impotencia
porque de amor me contagié desde la infancia.
Rueda en la calle la emoción y la malicia,
la juventud de la verdad y la adultez de la ignorancia,
en cada pena la gente mata su alegría de prisa
y en cada triunfo la avaricia infla el alma.
De soledad la gente lleva cofres llenos,
no llegó el príncipe ni la princesa soñada,
en la nostalgia se ahogaron los recuerdos
y la semilla no creció, porque estaba mal sembrada.
Estoy parado en una esquina de la vida
viendo el veloz rugir de la perseverancia,
y en el semáforo más importante de la vía
se ha puesto el verde, que es el color de la esperanza.