Aarón Pina Montañés
LUCES Y SOMBRAS
De noche en mi torre de cristal, sobre las nubes más altas dejo volar mi imaginación, Oh Aradia que en la cúpula celeste intento buscar como náufrago en alta mar la estrella del norte, tu figura constelada, para poder guiarme hasta tu corazón
la luna y las estrellas a las que estoy más próximo, me iluminan con su fría y acogedora luz en la oscuridad, mientras las contemplo con sorpresa de la misma forma que nuestros antepasados quedaban fascinados, haciendo de los astros unos dioses
He aquí que más me ilumina tu luz resplandeciente procedente de tu hermosura, que cualquier otro astro del cielo, más te adoro yo que a cualquier deidad pagana
más confianza tengo yo en este amor que en mi propia vida,
el sol se alza sobre el horizonte infinito
¿Porque no puedo estar siempre en la luna y las estrellas contemplando con con sorpresa las visiones con las que mi imaginación me deleita?
¿Porque no puedo seguir sobre mi alta y frágil torre de cristal sobre las nubes más altas?
¿Hasta que puerto llevare mi fragata que cargada de oro y plata estaba?
la luz del sol a cegado mi vista por un momento, la luna y las estrellas han desaparecido, la torre sobre la cual me sostenía a sido derrocada,
la fragata que me mantenía a flote a sido hundida, mi amada me ha sido arrebatada y yo insensato he sido destruido por la verdad, a causa de esta fantasía insustancial
¿Porque es tan cruda la realidad?