Voz callada e inaudible,
sosegada por el dolor
de siglos de tiranía, voz del pueblo.
Emerge e irrumpe en tronador estallido
dando coces como corcel herido
se rebela en las ahuecadas gargantas
y brota en atronador grito
abajo el tirano, abajo el maldito.
A caído el telón de la libertad
a muerto la voz del pregonero
los libertos se despojan de sus corbatines
y aprietan los grillos.
Alguien que clame justicia
exhala una moribunda y marchita voz.
No solo la sangre de Cristo se ha derramado
el pueblo herido lucha a brazo partido
su batalla de libertad y de sosiego
tended la mano todos los hijos
de los caídos, gritad tu grito de guerra
abajo el tirano, abajo el maldito.