¡Quietos, por favor!
de cuerpo y manos
¡Quietos, por favor!
que me deshago
entro en la orfandad que no pretendo
luego que me enervo,
me desarmo.
Déjame sentir que soy el árbol
desplegado en tu interior,
fruto fecundo,
¡Quietos, por favor!
porque iracundo
tengo el corazón fuera del mundo.
¡Quietos, por favor!
tibio en tus brazos
vibro al retener todo mi ocaso
¡Quietos, por favor!
la noche es larga
disfruto estar en ti,
luego,
la calma....