Nací de las sombras de la noche, cuando aún tu amor dormía.
cuando el lucero asomó por tu ventana, fué allí en donde en
cuerpo, y alma yo me materializé.
Nací de las sombras de un beso, que ayer te rrebaté, con
sutileza, en tu boca yo me quedé, mi cuerpo iba tomando su
forma, de una dulce silueta de enamorada mujer.
Nací de las sombras crepusculares, en donde se refugian los
cuerpos que ya arden de placer, buscando un lugar bello
y sereno para consolidar nuestro querer, que un día en las
sombras, una estrella le vío aparecer, hoy ya no soy ni la
sombra, que un día a tus manos, se fué a refugiar, buscando
solamente ser una tenue luz, que a tu alma se fué a aguarecer
buscando el cobijo, y la luz, que en mis sombras te sólía yo
aparecer en mi silueta ensombrecida de una enamorada mujer.