Como danza de grandes supernovas
que van dejando luminosa estela,
bellas y audaces, pero nunca intonsas,
son las funciones del Matacandelas.
En sus actores los talentos vuelan
como petreles por extenso mar,
posándose en el barco que navega
al mando de un valiente capitán.
Capitán, oficiales y cadetes
que forjan el futuro noche y día
más allá de la cruenta realidad,
titanes de una lucha consecuente
sin los tropiezos de la bastardía.
Finos espejos de la humanidad.