El silencio empezó a hacerse cada día mas presente, cada día mas notable.
La ausencia fue dejando rastros en cada esquina de mi vida, y la soledad era cada día mas fuerte.
Trataba de arreglarme construyendome a pedazos, pedazos de ti, pedazos de mi, pedazos de historias, de recuerdos y de presentes que nunca fueron presentes, tan sólo una mancha en el sueño de mi futuro.
Que extraño era pasar cada mañana por aquella tienda de café, donde tú tomaste mi mano por primera vez, que extraño era saber que quizá te convertí en mi amor imaginario y en mi luna sin estrellas.
Que triste era saber, que aquel silencio, aquellla ausencia, aquella soledad, se trataba de ti, se trataba de las pequeñas marcas que dejaste en mi, de las pequeñas cosas que dejaste para mi.
-Denise Arredondo