Un viejo amor renace bajo la sombra del perdón.
la mente se pregunta si tal vez el que fue después de este ya murió,
y tan solo preparo el terreno para el regreso del primero, del mejor.
El viejo, el primer amor, te recuerda la inocencia con la que amaste
y la ingenuidad con las que actuaste.
Los recuerdos, casi nulos del primero, aunque pocos, están seguros
y marcados en el corazón, como vestigios permanentes de una historia sin lector,
que pesar de las heridas espera bajo el polvo un indicio de emoción.
Los recuerdos del ultimo, el que recién te lastimo, están como letras hechas con tinta fresca,
borrables con el rencor o esperan ser hechos permanentes con una buena razón del corazón.
El viejo, el primero, o el ultimo, el que se siente al parecer
mas intenso, al fin de todo, ambos fueron amor, ambos lastimaron,
ambos sanaran o sanaron, y siempre volveremos a la interrogante de cual es el mejor,
inclinándonos siempre a lo que en el momento diga el corazón pero, por supuesto,
nunca dandole a ninguno la razón para poder volver, siempre, sin ataduras,
a resolver ese acertijo sin aparente solución