Personaje imaginario,
-sursuncorda, autoridad
de importancia y dignidad,
se dice en el diccionario.
-Ni siquiera el sursuncorda
logrará que me levante
-No lo hago, así lo mande’l
mismísimo sursuncorda.
Los que tal dicen revelan
la mentada autoridad,
que, a la hora de la verdad,
no acatan y se rebelan.
Ha de sentirse frustrado
porque nadie le obedece,
y en lo que no le apetece
lo tienen involucrado.
Como una persona gorda,
ciertamente hecha y derecha,
sumamente insatisfecha,
me imagino al sursuncorda,
porque todo se lo traga,
le cargan todos los muertos,
le meten en mil entuertos,
aunque no le satisfaga.
-Lo hiciste tú. -No, yo no.
-¡Habrá sido el sursuncorda!
Y, así, el pobre sursuncorda
se la carga, ¡cómo no!
-¿Por qué tengo que ser yo
el que cargue con la sorda?
¡Que se encargue el sursuncorda!
Y, claro, se la cargó.
Yo creo que es lamentable
que no se haga obedecer,
todo le encarguen hacer
o sea siempre el culpable.
Sursuncorda, un personaje
tan sufrido, me parece
que, en desagravio, merece,
sin duda, un gran homenaje.
Estimado sursuncorda,
brindo por ti y tu salud;
el día que faltes tú
aquí se va a armar la gorda.
-
© Xabier Abando, 01/04/2018