Te fuiste, hoy te fuiste, porque yo no tengo la capacidad de responder a un sentimiento tan real, a un hombre tan increíble y noble como tú. No sé si me negué la oportunidad de ser feliz y la mujer más amada y valorada de mundo, pero prefiero dejarte ir ya a elegirte y luego romperte con mi indecisión y mi pasado; guardaré cada cita que tuvimos donde podía sentir tu amor por mí, cada madrugada que tu voz me enseñaba algo nuevo y me hacías reír con tu desentonada voz. No olvidaré que te gustaba oírme cantar y que nunca te cansabas de pedirme la misma canción, guardaré cada rincón que caminamos juntos y voy a elegir siempre la mesa que compartimos un par de veces. Yo no te merecía, y tú me elegías cada instante de tu vida, pero no fui capaz de amarte, no le permití sentir a mi corazón la necesidad de tenerte a mi lado y hoy declaro que eres lo más cercano a perfección que conozco, y que otra mujer, mucho mejor que yo, te tome de la mano y te diga cada mañana que es privilegiada por ser la protagonista de tu amor.