Eber R. Guerrero

A la muerte

Hermosa dama de negro, la esperanza del mundo.

Hechos a cada segundo, dueña del tiempo.

Eres inevitable, yo corro tras de ti y algún día te alcanzaré.

Caminas sobre nada, pones fin a mis enigmas, a mis miedos, a mis tristezas.

¿Por qué temerte a ti? Hermosa y eterna. El hombre te mancha con ideas, el mundo te esconde.

Das luz, das sentido a la vida. Eres el deseo de muchos y el odio de otros.

Nadie te conoce y el que vive a tu lado se aleja de la realidad.

Más allá de la verdad, de lo bueno o lo malo; eres un solo indivisible, indomable, incomprenido.

La cárcel de algunos, de los que temen su destino. Eres libertad.

Todo tiene su precio, y el tuyo es alto.