La luz galopa hacia el atardecer
y sus reflejos se entregan
con ansiedad ilimitada
a la bóveda que culmina la arquitectura espacial
se convierte en distancia infinita
en misterio colgado de las estrellas
una amonestación por la falta de paciencia
un reproche a la precipitación
la complicidad con los deseos
la oportunidad de un abrazo desnudo
y luego, la alfombra de la India se sorprende
con sus flores urdidas en castaño, verde
y rojo…como el dibujo infantil
olvidado en el desván.
Y me dices que me quieres
me susurras y te consagras
como una escultura moldeada por mis manos
he cerrado los ojos y con mis labios
dibujo la soberbia de la diosa
caprichosa y exigente que ordena ser cubierta
por el alud ardiente del placer.
Copyright © Rodolfo Dondero Rodo
02.04.18