Y vienes como un vendaval, desordenando mis sábanas, mi cama y mi cabello; vienes como un torbellino arrasando mi tristeza, mi soledad y envolviendome en ese viento que no me marea, sino me hace levitar que más allá de cualquier circunstancia seguirás siendo mi tormenta tropical preferida. Un huracan que espero cada invierno cuando mi habitación está vacía, mi corazón desolado y mi vida opaca llena de recuerdos y aunque es la tormenta perfecta, me seduce porque me hace sentir vivo, mortal, feliz porque me gusta abrazar el viento, besar las nubes opacas y perderme una estación jugando con tus tormentas... Lord Vanvle