No siendo una utopía
se vive diariamente
una caricia de día
un abrazo intensamente.
Una guiñada de ojos
con una intención dibujada
una sonrisa de reojos
una pequeña caminada.
Un abrazo quisquilloso
al pie de la cocina
el regalo de un oso
animal que le fascina.
Te hago hoy día la cama
ya que ambos dormimos,
aunque usted sea la ama
mi libertad para unos mimos.
Mirar la gran luna de noche
bajo el dintel de la puerta
un corto paseo en coche
dormir con la ventana abierta.
Así entrará la esperanzas
de no tener los agravios
siempre ella se ve lejana
pero atraparla es de sabios.
Estando solos pensar
ya los hijos partieron
ellos son el resultado de amar
y nuestros sueños que fueron.
Acércate un tantito
quiero más cerca sentirte
te ruego me des un besito
que la noche nos invite.
A vivir nuestra utopía
la felicidad existe
no es una alegoría
ya nuestro amor persiste.