El reposo del campo en el invierno,
es rocío que moja la campiña,
de arreboles que el sol pinta en la tierra,
son fragancia que llena los pulmones,
y la vista de pájaro que canta,
a estos pasos que cubren el camino.
Azarosos emprenden el camino,
viejos pasos la brisa del invierno,
a lo lejos una guitarra canta,
llega el eco, resol en la campiña,
son del mundo verdor bellos pulmones,
de esta casa que es nuestra mama tierra.
¡Que disfrute los pies sobre la tierra!
pasear es abrir nuevo camino,
aire limpio que sana los pulmones,
son las brisas azules del invierno,
admirar el color de la campiña,
es sentir que la vida ríe y canta.
Y me canta, la vida vibra y canta,
en el río, va al ras sobre la tierra,
a lo lejos detrás de la campiña,
en las piedras que cubren el camino,
es sonido, de céfiro en invierno
el silbido que exhalan mis pulmones.
Este viento consiente mis pulmones,
frío y seco que entre las ramas canta,
amenaza con nieves este invierno,
remolino revuelve entre la tierra,
levitando las piedras del camino,
paseo matutino en mi campiña.
Sueño con esta casa en mi campiña,
e inhalo de pureza mis pulmones,
cuando regreso y veo su camino,
el sol que con sus luces ríe y canta,
de puro amor que siento por mi tierra,
mañanas caminando cada invierno.
Encontré gran camino un gris invierno,
descubrí como canta la campiña,
respiré los pulmones de esta tierra.
Dolores Egea ( Lolaila)