PALABRAS PERDIDAS
Dicen que cuando andaba el buen Jesús
por el país donde su vida hizo
rodearse de los pobres siempre quiso
queriendo iluminarlos con su luz.
El siempre condenó a quien el testuz
levanta por encima del sumiso
y fustigó severo al hombre rico
que hace fortuna en nombre de la Cruz.
Pero el pobre de hoy tiene olvidado
al Maestro que al pueblo acorralado
mostró caminos hacia la equidad,
y como siempre, lerdo, yace hincado
ante quien hasta el sueño le ha robado
y por siempre en él quiere cabalgar.
fernandocardonakaro