Versos merecidos. Soneto
Como un can de cadenas liberado
que su furor enconado desata
así muerde tu desdén demostrado
y muy temprano a mi amor ya lo mata.
Tu desaire me dejó consternado
evidenciándote a mi tan ingrata
y ese mundo muy junto a ti soñado
tu rechazo muy pronto desbarata.
No me importa esta página inconclusa
que mis letras de amor no terminaron,
esperaré que venga a mí mi musa
y los versos que en vacío quedaron,
en torrente de inspiración profusa,
a otra que los merece le llegaron.