Escarbemos los sentidos con las uñas
hasta tocarnos el alma.
Soy el hálito encendido
de tu boca al ser pronunciada.
Sólo existe el mar
y este loco corazón pincelando
las escamas.
Soy un pez en tu inmensidad.
Embriagada de tus olas
llega a mi tu alborada.
El sol cálido despierta
mis ansias de mujer.
Soy arrastrada por tu orilla.
Tu puerto esperaba mi piel.
Somos llanos de acreciente fuego,
dos signos armandose en uno
dibujando soles con los secretos
hasta llegar a la nívea calma,
saboreandonos, cómplices.
Soy tu cielo arrodillado
arropando tu misterio
Déjemonos asi, habitados,
ahondados de amor.
Llovidos de almas
Ayeres
4/4/18