Una brisa que esconde zumbidos, acaricia yerba quemada y un cielo que en su techo florecen colores .Un llanto de alegres recuerdos se posan sobre el caballero de Birman, el seca sus lágrimas y esculpen cual delicado sentimiento de Beatriz, ella ha muerto de amor, su tumba es el ritual de pájaros y flores frescas, su entorno es desolado por una blancura que entristece al amor, ya no hay más llanto en sus ojos y el atardecer se tiñe de oscuridad profunda, el muere a cada instante bajo el sosiego de una ciudad que lo ha dejado sólo.
Camina por una ciudad sin parroquias, sin cementerios de alegres silencios, los muertos no descansan si no ocultan sus recuerdos a los vivos, ellos siguen sintiendo todo el dolor el mundo.
El caballero de Birman, ha entrado en un profundo trance y pulúlala por todos los rincones de lo desconocido, buscando a su amada Beatriz, él está seguro que no será la misma figura, pero su amor será igual, al que le dio la felicidad que ningún mortal ha vivido.
El caballero de Birman, se ha hundido en un naufragio sin regreso.
FIN.