Yo: Me imagino que diría un Mariátegui en fusión con un Pablo de Rokha a un estudiante de Derecho contemporaneo a su moralidad:
Carta a un estudiante de derecho a su “moralidad”.
Desde la filosofía “normativa” y “técnica” con una concepción de “seguridad nacional”, desde la “certeza jurídica” del “positivismo” tan proclamada por nuestras aulas y respetando todo el debido proceso de la institución y los “valores” que encarna la “universidad pública” de “pluralismo” se debe llegar hasta las “últimas consecuencias” …iahora! y muy, muy, muy, a veces.
Las ganas de estudiar el derecho son muchas más transcendentales y reales que un liberalismo que desconoce su responsabilidad a la desigualdad de clase y que castiga a ella para sí, engañándonos con esa “justicia”. La sanción es mucho más grande que “hacer justicia”, ya que es económico… impedir un esfuerzo constante de toda una inversión de una familia que uno de sus miembros por \"no entender o enseña a su hijo y para luego rematar señalando la \"los valores se enseñan en la casa\", capaz que así digan...hasta ¡esa moralidad! que no se debe “hacer” es tan cruel como cegadora de toda realidad… como sea el traje de temporada, pero manteniendo la línea de “humanitarios y justo” será siempre injusto mientras unos, esos los de siempre, sigan cacareando la \"justicia\"lo puro de la norma.