Floren Solaz

El mar y al mar

Temido en la tormenta

amado en la calma

acogen tus aguas

suspiros del alma.

Si a la deriva me llevas

o a puerto seguro vas

no importa la ruta,

si me haces olvidar el rumbo

y cual gaviota en los aires

levanto mis alas,

sin pensar en nada,

dejando atrás el pasado

y sin ganas de echar el ancla.

 

 

No me asusta tu noche,

espejo de lunas llenas,

ni tus barrancos profundos

que albergan vidas inmensas,

ni tus reflejos de fuego

cuando la estrella Sol quema;

me asusta tu inmensidad,

perderme en tu horizonte,

romper mis remos dorados,

 acabar sin rumbo

y que me olvide el mundo.

 

Y cuando rugen tormentas

que hacen gigantes tus aguas,

 el viento sopla con fuerza

y me haces temblar el alma.

No me asusta tu grandeza,

sé que vendrá la calma

y son tus aguas tranquilas

 olas de brisa fresca

que  sosegarán mi alma.

                     Floren