Cuerpos opacos en desliz,
señales con vida y de jazmín,
luz de mercurio y de deidades
que arrojan sombras en las edades.
El ser y sombra se mueven
en un espacio de lento paso,
musitando la inexistencia,
del enigmático mundo de la ilusión.
Sombras que el cuerpo carga infeliz,
cuando hablan verdades detrás de sí.