Si la conoces ... creo que ... si ... ella ...
Bueno, dile que se hace extrañar, que me hace mucha falta,
que espero que se encuentre bien y que rezo mucho por ella,
dile que no he olvidado sus palabras,
su insistencia inicial, cuado me llamaba
3 a 4 veces al día y todos los días y que así aprendí a quererla,
pero a quererla con ese amor que no exige nada,
ese amor que sale desde lo más profundo del alma,
ese amor que todo lo acepta,
que la quiere para entregarle su vida,
que acepta todo de ella, porque la considera
como lo más excelso de la existencia,
que adora sus ojos, su mirada,
su sonrisa, sus ademanes, su delicadeza.
y que la quiere para siempre, como el sol quiere al día,
como la Luna a la noche, como las flores a la primavera.
Pero dile que espero que este libre pronto, sin cadenas,
que me he alejado esperando que algún día,
encuentre alguna solución a su vida comprometida,
moriré esperando en alguna banca
de algún parque, el vuelo último de la vida,
quizá, viendo llover desde mis ojos las gotas pesadas
y escuchando ... el estruendo de su caída.