Dime cristina, porque ayudabas a esos hombres,
que deambulan por las calles llenos de penas,
que olían a alcohol y que en sus bolsillos abultados
llevaban tu euforia del placer.
La soledad te acompaña con una ardiente inquietud.
Te paseabas por tu casa con la nariz empolvada y tu
sexi ropa interior.
Quizás sangraban las nuevas y las viejas Heridas
¿Será que a tus tabúes les faltó un poco de amor?
Dime Cristina:
Por qué sigues cayada
¿Cómo te gusta la Muerte si en vida le temías?
Por qué no te enseñaste a morir, solo de Palabras,
Debió darte miedo una de esas madrugadas...
Durmiendo en tu cuarto, abrir los ojos y ver su cara,
que con su Guadaña te cortó de un tajo tu linda garganta
y te desangraste en las sábanas blancas de tu cama.
Sin que nadie te extrañe
sin que nadie te oiga gritar
sin que nadie más te ame...
Siempre te entendiste a ti sola, y yo con el duda
de que te fueras de este mundo sin darme un beso,
un abrazo…
…sin decirme hasta luego, nos vemos mañana...
Ahora… …descansas...
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Pedro J.M.Valenciano
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