Verónica
Hola mi amor, entiendo por el momento afectivo que pasas.
Todos amanecemos ún día, en que nada queremos,
en que nuestro mundo se limita al abrazo que anhelamos,
acurrucarnos en la tibieza de alguien que quite nuestros temores,
que nos ame con sinceridad y no los cambie por otros peores.
Solo un abrazo y nada más, cálido, eterno, fuerte y amigable,
latir de corazones al unísono, energía positiva, real y amable.
Pero no siempre eso es lo que encontramos,
porque lo que no tenemos, es lo que añoramos.
Desde aquí, desde esta tediosa distancia,
te envío mi afecto, mi amor infinito, mi constancia,
algún día nos sobrarán los abrazos
y la felicidad ajustará mas nuestros lazos,
entonces estos momentos los recordaremos
valorando y conservando por siempre lo que tengamos.
Te amo, Verónica hermosa.
Ron Alphonso
5 de abril de 2018