Isis M

La magia de ayudar

 

Anoche, tras el usual saludo en el messenger de mi amigo Pedro, me preguntaba como había sido el día para mi. Sin mucho pensarlo, le respondí: ha sido una buena jornada de trabajo aunque agotadora. Pedro trabaja desde los 11 años en un bar. Quedó huérfano desde muy pequeño y abandonó los estudios. Su vida ha sido de arduo trabajo, pero Pedro conserva en su alma mucha bondad. Aún cuando en su corazón ha tenido vivencias fuertes desde temprana edad, Pedro encuentra palabras de aliento para cada noche en nuestra sala de charla, cosa que agradezco pues si bien no siempre estamos de ánimo y el cansancio nos vence, él se las agencia para tener temas que captan toda mi atención. Le pregunté: cómo fué tu día querido amigo? Y respondió: hoy me siento muy feliz, he llegado a mi casa sin zapatos. Yo no lograba entender en qué radicaba la felicidad de mi amigo o que tipo de broma me estaba haciendo. De inmediato tuve que preguntarle por qué estaba sin zapatos? su respuesta fue la más hermosa que pude esperar. Mientras se regresaba a casa en el trayecto vió a un niño sin zapatos, se quitó las zapatillas que tenía en sus pies y las regaló a ese pequeño niño. Comprendí entonces que Pedro, mi amigo colombiano, es de los ángeles que merodean este mundo, sin pedir nada a cambio. Pedro no está en la Iglesia pretendiéndo ser santificado por sus actos de caridad. Pedro simplemente es un ángel humano, lleno de virtudes maravillosas y un enorme corazón. La humanidad vive momentos de despiadados conflictos por territorios. Los ensayos armamentístas roban el sueño de muchos, mientras las arcas imperiales se regocijan en lingotes de oro. En la Casa Blanca, un electo \"presidente\" prueba fuerzas en países del Medio Oriente sin importarle incluso, la vida de los propios miembros de su ejército mercenario. Y el mundo en caos, precisa de más Pedros. La infancia abre los ojos y sólo puede inhalar el humo tóxico de las grandes industrias contaminantes del medio ambiente. Las aulas van quedando solitarias porque hay muchos niños que se ven obligados a trabajar y la educación para ellos se ha vuelto un lujo, contradictoriamente a lo que prescribe Naciones Unidas en los \"Derechos de la juventud y la infancia\"... todo es caos, pero insisto en que aún hay Pedros caminando por cualquier calle, esquina o basurero y despojándose de sus zapatos para darle a un niño o niña, lo que quizás a él no le sobra, pero le llena el alma de vida.

 

 

La Habana, Cuba

05-04-2018

Isis Marilys Alvarez Silva

 

(Dedicado a \"Pedro\" mi amigo colombiano. Por razones elementales de respeto a su identidad, no utilizo en mi prosa su nombre real)