Te deje ir porque
estaba ido,
cualquier chico a tu lado
te hubiera seguido,
he quedado abatido,
por no haberte
conocido,
y a la vez
haberte afligido.
Eres una rosa
Gaditana,
que con su color
alegra cada mañana,
has conseguido
desvirtuar mi nirvana,
preciosa Sultana.