En este abril de homicidios y asaltos
Es frecuente quedarse sin dormir
Tomar las pocas cosas que se tienen
Y escapar sin ruta fija donde ir
Meter en unas bolsas pocos bienes
Tomarse de los hijos por las manos
Y por la puerta que una vez entramos
Tener a penas tiempo para huir.
Pedir, pedir refugio con parientes
Pedir, pedir refugio con amigos
Con cualquiera que nos quiera admitir
Con las escasas prendas que llevamos
Y el rescoldo del éxodo encendido
En latente amenaza de morir.
Quedarse con vergüenza en casa ajena
No haber rescatado más retratos
“Pronto pasara” responder con pena.
Ser desplazado. Ser desposeído.
Por la fuerza alejarse. Partir.
Con un rotulo en la puerta infringido
Que nos obliga a irnos o morir.
Imagina ahora que eso sucede a diario
Que todos los días es seis abril
Personas escapando de sus barrios
Sin destino ni ruta que seguir.