Las cenizas que han quedado
no son las que dejó tu amor bendito,
sino la historia a soledad y fuego
que compartimos a cada cigarrillo.
Lejos de extrañarte, hoy te olvido.
No fuiste mi amor, sino mi vicio.
Si te escribo, no me leas.
Si te llamo, no contestes.
Si te toco, no te enciendas.
Pero si te dicen que he muerto
más te vale que lo creas.