Una linda princesita
Muy esbelta y elegante,
Menudita y muy fragante
Con una piel suavecita;
Esa soberbia que incita
Por su desdén excitante,
A un nivel muy vibrante,
Por ser mujer tan bonita;
Al descender de su trono,
Le ofrecí, cortés, mi mano
Y sin orgullo ni encono
Con un sentir muy humano
Agradeció en sutil tono
Mi proceder cortesano…