Ay, río Guatapurí,
no me vayas a matar
hundiéndome en tu corriente
cuando me quiera bañar.
Tú, que cruzas silencioso
por los valles del Cesar,
saluda mi enamorada
que vive en Valledupar.
Ay, río Guatapurí,
no me vayas a matar
sumergiéndome en tu cauce
de celeste claridad.
Allá en la Sierra Nevada,
desde el techo principal,
se alegran los corazones
cuando te miran bajar.
Ay, río Guatapurí,
no te puedes olvidar
de proteger a mi amor
cuando se vaya a bañar.
Sigue tu rumbo sereno
hasta la recta final,
y recuerda que mi amada
habita en Valledupar.
Ay, río Guatapurí,
no me vayas a matar,
porque matarías la reina
de todo el Valle de Upar.