Lucy Quaglia

Cuando estás conmigo (secuela)

Cuando estás conmigo

Ya no sufro nada,

Parezco un gatito

Cerca de tu cara,

Tu cuerpo caliente

Y tu voz de paja.

 

Cuando estás conmigo

No recuerdo nada,

Ni  pienso, ni temo,

Ni veo el mañana,

Porque el estar juntos

Llena toda duda

Y toda jugada.

 

Cuando estás conmigo

Te quiero con todo.

No pienso, ni escucho,

Ni veo.

No tengo ni ojos,

Ni boca, ni tengo

Cerebro, Ni piernas,

Ni cara.

 

Sólo veo cuando

Estás cerca mío,

Sólo escucho cuando

Vos estás conmigo

Escuchando al lado

Lo que yo te digo.

 

Sólo tengo boca

Si te hablo al oído,

Sólo tengo dientes

Si comés conmigo,

Y mis piernas duermen

Si estás en la cama

Y te toco todo cerca de la cara.

 

Y no espero nada,

Sólo la alegría

De  no estar tan sola,

Sólo la tristeza

De  no saber nada

De lo que guardás

Dentro de tu alma

Como el gran secreto

De tu vida humana

Que vive pensando

Oliendo, escuchando

Por mí y por vos,

Por ellos, por todos.

 

Como si los otros 

Fueran la locura

De cosas insanas

Que no saben nada

Y tuvieran miedo

De oír tu palabra

De hielo y de frío,

De mármol y piedra

Que no se derrite,

Ni sueña ni canta.

 

Y que sólo piensa.

Piensa en el vacío

De la matemática,

La lógica extraña

Que no dice nada.

 

Hechos que decís 

Que pasen y pasan,

Profecías

De oscuras mañanas

Donde soy la esclava,

Donde los rencores

De promesas vagas

Que no son cumplidas

Se agrandan y aplastan.

 

Montañas de odios

Pesando en el alma.

(Sólo un cascarrabias

Que no paga nada

Por irse a acostar

Con la amiga amada

Que invita a bailar

Todas las mañanas).

 

Quisiera quererte

Pero no es el caso,

Me pregunto a veces

Qué es lo que nos pasa,

Si es que vos cambiaste

O yo estoy tan harta,

Pero en todo caso

Esta es una etapa

Muy dura y amarga.

 

Seamos amigos

Por primera vez

En todos estos años

Y queréme así

Toda mi miseria

De miedo y de rabia

Que me hace impotente

Sin conseguir nada

Ni cambiar tu mente

Usando palabras.