Hugo Florentín

No desperdicie sus cartas en mi

No desperdicie sus cartas en mi, bella señorita
Yo estoy tan condenado cual poeta enamorado,
No pretendo ser mal agradecido, con palabras tan bonitas
Pero estas son mis ultimas letras en el corazón me han disparado

 

No sangro, pero no se imagina cuanto duele
Mis suplicio tienen nombre y apellido,
Ojala mis versos llegaran al cielo, ojala y vuelen
Ojala y la muerte no se haya arrepentido

 

Hace un par de horas recibí aquella terrible notícia
Y desde entonces ni siquiera puedo respirar bien
Es un dolor que hasta que muera me asfixia
Lo siento por contarle esto que está por leer

 

El pueblo donde yo vivía, ha sido bombardeado
Me acaban de informar de que no hay sobrevivientes
Ella esperandome, y mi padre muy preocupado
Toda mi sangre en el campo y no fue suficiente

 

El coronel me dice que el soldado solo vive para servir,
Pero, sin amor no vivimos, ¿cuando lo van a entender?
No intente detenerme, nadie lo puede impedir
De nada sirve batallar sin nadie a quien defender

 

Usted no tiene la culpa de nada, disculpe por dar tanta lástima
Pero antes de irme necesitaba dejar mi legado
No es mucho, unos cuantos versos en estas páginas
Un par de ilusiones y un corazón destrozado

 

Y con esto me despido, sé que me estan llamando
El sendero de la vida es corto, asi que disfrute mientras lo camine
Puede visitarme cuando quiera, la estaré esperando
Busque mi nombre y lleveme un ramo de jazmines