Vuela gorrioncillo
pósate en mi ventana,
en la palma de mi mano,
coge mi aliento, mi aroma,
una ramita de tomillo y
llévalos a quien tú ya sabes.
Vuela, fiel gorrión,
búscala junto al mar
donde un día te enseñé
en aquella ventana alta;
pósate, te abrirá su mano;
dónale todo mi cariño.
Vuela gorrioncillo
vuelve con tu parda sencillez;
te habré preparado el nido,
justo junto a mi ventana;
despiértame cada mañana
y guarda, fiel, nuestro secreto.
7 de abril de 2018
Pau Fleta